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Antiguas literaturas orientales

Comenzamos la historia de la literatura universal con las antiguas literaturas orientales (especialmente, la hindú), que, aunque poco conocidas en el occidente europeo, han servido de inspiración en muchos casos a autores clásicos y medievales.

Las literaturas asiáticas orientales son las más antiguas. Dos rasgos, además, las definen: el carácter oral de su transmisión (toda literatura ha sido antes oral que escrita) y el componente religioso y sapiencial, expresado casi siempre mediante recursos simbólicos (apólogos, fábulas, parábolas, etc.) y un abundante caudal de fantasía.  No hay que olvidar que en las obras literarias se refleja el pensamiento, las costumbres, las creencias y los ideales de un grupo social; por tanto las obras literarias del antiguo oriente merecen leerse no sólo por su visión filosófica y sus contenidos literarios, sino porque ahí está plasmado el espíritu del ser humano, su historia y su forma de percibir la realidad.

Entre estas literaturas orientales destacan las de China, Persia, Mesopotamia y la India.

En Mesopotamia (territorio que coincide con lo que hoy es Irak), florecieron diversas culturas desde el IV milenio a.C.: sumerios, acadios, babilonios, asirios, hititas… Estas culturas desarrollaron las primeras formas de escritura conocidas (la escritura cuneiforme, hacia el año 3000 a.C.), y legaron, a través de tablillas de arcilla, una literatura compuesta fundamentalmente por textos e himnos religiosos y por poemas épicos sobre los orígenes míticos del mundo, como el Gilgamésh, del II milenio a.C. Gilgamesh es un despótico rey que gobierna la ciudad de Uruk. Los dioses escuchan las oraciones de sus desdichados súbditos y envían a un hombre salvaje y brutal, Enkidu, que reta a Gilgamesh a una lucha sin tregua. Concluida la batalla, sin que ninguno de los contendientes resulte victorioso, Gilgamesh y Enkidu se hacen grandes amigos. Emprenden viaje juntos y comparten numerosas aventuras. En una de ellas Enkidu pierde la vida, y Gilgamesh, desolado, dedica todos sus esfuerzos a la búsqueda de la inmortalidad.

En ella encontramos motivos comunes a otras civilizaciones, recogidos, por ejemplo, en la Biblia (el episodio del Diluvio) o la epopeya de Hércules.

En la literatura china (escrita en sus orígenes sobre tablas de bambú) sobresalen dos grandes filósofos, Lao Tse (S. VIII a. C.) y Confucio (S. VI a. C.), además del famoso poeta Li-Tai-Pe (S. VIII d. C.). Los pensamientos y enseñanzas morales de Confucio fueron recogidos por sus discípulos en Lun Yü (Los diálogos). Por su parte, Lao Tse reunió en el Tao-Te-king (Libro del Tao y del Té) sus ideas religiosas y filosóficas, base de la religión taoísta.

El libro sagrado de la literatura persa es el Avesta, atribuido a Zaratustra (s. VIII a.C.), que recoge las tradiciones religiosas, históricas y literarias de los antiguos persas y fue transmitido oralmente durante siglos hasta ser fijado por escrito en el siglo I d.C.

La literatura india antigua está escrita en sánscrito, que en la actualidad continúa siendo la lengua sagrada y erudita de la India. Su primera gran obra son los cuatro libros de sentencias e himnos religiosos conocidos con el nombre de los Vedas, que fueron escritos a lo largo de muchos siglos.  Los más antiguos se remontan al siglo XV a.C.

Posteriores a los Vedas son las dos grandes epopeyas indias, compuestas con anterioridad al siglo V a.C. y recogidas por escrito en el siglo II: el Mahabharata y el Ramayana.

El Mahabharata es la obra más extensa de la literatura universal. Consta de más de doscientos mil versos repartidos en dieciocho cantos.  Alrededor de una trama central legendaria sobre las luchas entre los descendientes de dos hermanos (dos ramas de los Bharata), se van intercalando descripciones, largos discursos, historias secundarias y hasta un tratado filosófico y espiritual, el Bhagavadgita.

El Ramayana, atribuido en sus orígenes a un tal Valmiki, narra los esfuerzos del rey Rama por rescatar a su esposa, raptada por el rey de los demonios. De gran cuidado formal, incluye leyendas y nociones de filosofía. Siguiendo el modelo del Ramayana, a partir del s. VII surgió una épica artística y culta de tema histórico y legendario.

 

Por su influencia en la literatura occidental merecen destacarse las colecciones de apólogos, es decir, breves cuentos o fábulas que tienen como personajes a diversos animales y terminan con una enseñanza o moraleja. La más conocida es el Pantchatantra (Los cinco libros), traducida al castellano por Alfonso X el Sabio con el título árabe de Calila e Dimna. Las setenta narraciones de que consta se ordenan en cinco temas: la separación de los amigos, el modo de hacer amistades, la guerra de los cuervos y los búhos, la pérdida de lo que se ha ido adquiriendo y las obras hechas sin reflexión.

Estas colecciones, difundidas a través de versiones árabes, griegas o latinas, ejercieron gran influencia en la literatura medieval europea (por ejemplo, en el Arcipreste de Hita, don Juan Manuel -uno de los cuentos más conocidos de El conde Lucanor, «Doña Truhana», en que se basa la célebre fábula de La lechera, tiene su origen en el Pantchatantra-). Para poder ver su evolución literaria, pincha aquí.

En sánscrito escribió también el poeta Kalidasa, autor de una obra dramática y épica titulada Sakuntala, una bella historia de amor.

LITERATURA HEBREA. LA BIBLIA 

En la antigüedad el pueblo hebreo estuvo formado por varias tribus de origen semita. Según la historia, se cree que estas tribus provenían de la Península de Arabia y que, al buscar tierras favorables para su asentamiento, llegaron a Mesopotamia donde vivieron años como vasallos.

Se dice que Abraham, el patriarca de este grupo, recibió órdenes de su dios Jehová para buscar la “tierra prometida” por éste. Así es como después de un largo peregrinar se asentaron en el desierto de Siria. Antes se habían establecido en otros lugares, pero no por mucho tiempo; finalmente llegaron a Palestina, en donde continuaron como nómadas un tiempo, hasta que finalmente se asentaron.

Con el nombre de hebreos, que significa “gente de otra parte”, les llamaron los nativos de los pueblos vecinos.

La literatura hebrea antigua se concentra principalmente en los diversos libros bíblicos, algunos de los cuales, como el Cantar de los Cantares o el Libro de Job, poseen un notable tono literario. También en el Talmud, el otro libro sagrado del hebraísmo, abundan las partes narrativas.

La Biblia (etimológicamente, “Los libros”) contiene el fundamento tanto del judaísmo como del cristianismo. Es, posiblemente, el libro de mayor influencia en la cultura occidental de todos los tiempos.

Compuesta por muy diversos autores pertenecientes además a épocas distintas, la Biblia contiene los libros sagrados de la religión judía y de la cristiana (de ahí la denominación de Sagradas Escrituras, por haber sido inspirada por Dios). Pero aparte de su significado religioso e histórico, es, desde un punto de vista estrictamente literario, una gran obra de arte.

Los cristianos dividen los libros bíblicos en dos grandes grupos: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento.

Los libros del Antiguo Testamento –los únicos reconocidos por los judíos- tratan de la Antigua alianza de Yahvé con el pueblo de Israel, y recogen su historia, tradiciones, profecías y enseñanzas morales. Los libros del Nuevo Testamento narran la vida de Jesucristo y contienen sus enseñanzas, es decir, tratan de la Nueva alianza de Jesús con la humanidad.

La mayor parte de los libros del Antiguo Testamento fue escrita en hebreo o arameo, y algunos manuscritos se remontan en algunos casos hasta el siglo x a.C. (anteriormente, durante siglos, se habían transmitido de forma oral). El Antiguo Testamento se fija de forma definitiva hacia el siglo I a.C. Los libros del Nuevo Testamento fueron escritos en griego, excepto algunos en arameo. La primera traducción completa al latín (la Vulgata, realizada por San Jerónimo) data del siglo IV d.C.

Los libros del Antiguo Testamento pueden clasificarse de la siguiente manera:

–          Históricos o narrativos, como el Pentateuco, formado por los cinco libros que constituyen para la religión judía la Thorá, es decir, “la ley”: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Según la tradición, fueron escritos por Moisés e inspirados directamente por Dios.

–          De contenido filosófico y moral, como el libro de Job o los Proverbios.

–          De carácter poético: el Cantar de los Cantares y los Salmos, compuestos la mayor parte por el rey David.

–          Libros proféticos: los profetas (Isaías, Jeremías, Daniel…) transmiten por medio de ellos lo que quería comunicar Dios a su pueblo.

Tal vez los dos libros que más han influido en la literatura universal sean el Génesis y el Cantar de los Cantares.

El Génesis comienza narrando la creación del universo por parte de dios, creación que es explicada como el triunfo del orden frente al caos y que se llevó a cabo en siete días. A continuación se relata la vida de Adán y Eva en el paraíso terrenal hasta su expulsión por haber comido del árbol de la ciencia del bien y del mal, y siguen las historias de Caín y Abel, Noé y el Diluvio universal, la torre de Babel, Abraham, Isaac, Jacob y José. (La historia del pueblo hebreo a partir de su salida de Egipto y hasta llegar a la tierra prometida está narrada en los otros cuatro libros del Pentateuco)

El Cantar de los Cantares es el libro poético por excelencia de la Biblia. En él se narra de forma bellísima el amor del Amado o el esposo y la Amada o la esposa. Frente a la interpretación literal –un simple poema de amor humano de una joven pareja en un ambiente de bodas-, la tradición judía ha visto en él el relato alegórico de las relaciones de Yahvé con su pueblo, y para la tradición cristiana simboliza el amor místico de Cristo a su Iglesia.

Entre los libros del Nuevo Testamento destacan los cuatro Evangelios, sobre la vida de Jesucristo, y el Apocalipsis, escrito por san Juan, libro poético, lleno de imágenes extrañas, alegorías y símbolos, que describe el fin del mundo.

Más tarde, hacia el siglo V d.C., los doctores judíos de Palestina y Babilonia reunieron el conjunto de sus tradiciones históricas, de sus principios religiosos y morales en el Talmud, especie de enciclopedia del saber hebreo.

                  (fuentes: www.kalipedia.com y Literatura española y universal, ed. Almadraba)

Os dejo esta presentación que ilustra los contenidos anteriormente expuestos:

 

He aquí una excelente presentación de los contenidos, realizada por José María González-Serna.

 

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Recursos literarios

RECURSOS FÓNICOS (Afectan al sonido de las palabras, por lo tanto, no son visibles en nuestros textos, ya que están traducidos de otras lenguas al castellano)

ALITERACIÓN
Repetición de un sonido o grupo de sonidos, de una manera clara, en un verso, una estrofa o una frase.
El ruido con que ronca la ronca tempestad.     (José Zorrilla)
ONOMATOPEYA
Se produce cuando la aliteración pretende imitar sonidos o ruidos de la realidad.
En el silencio sólo se escuchaba / un susurro de abejas que sonaba. (Garcilaso de la Vega)
PARONOMASIA
Uso de palabras de pronunciación muy parecida que, al combinarse, originan sorprendentes modificaciones del significado.
Presa del piso, sin prisa, / pasa una vida de prosa.         (Miguel de Unamuno)

 RECURSOS SINTÁCTICOS (tienen que ver con la estructura de los enunciados, es decir, al orden, la combinación de las palabras).

ANÁFORA
Repetición de una o más palabras al principio de un verso o de una frase.
Dime, dime el secreto de tu corazón virgen,/ dime el secreto de tu cuerpo bajo tierra.      (Vicente Aleixandre)

ASÍNDETON
Omisión deliberada, con fines rítmicos o estéticos, de los enlaces que unen palabras u oraciones.
Acude, corre, vuela, / traspasa el alta sierra, ocupa el llano.     (Fray Luis de León)

 ELIPSIS
Supresión de alguno de los elementos de una frase.
Por una mirada, un mundo; / por una sonrisa, un cielo:  / por un beso … ¡Yo no sé qué te diera por un beso!      (Gustavo Adolfo Bécquer)
 
ENUMERACIÓN
Acumulación de palabras para describir un lugar, un objeto…
El sosiego, el lugar apacible, la amenidad de los campos, la serenidad de los cielos, el murmurar de las fuentes, la quietud del espíritu, son grande parte para que las musas más estériles se muestren fecundas…                           (Miguel de Cervantes)
 
HIPÉRBATON
Consiste en alterar el orden normal de las palabras en un enunciado.
Era del año la estación florida…      (Luis de Góngora)
 
PARALELISMO
Repetición de una misma estructura a lo largo de dos o más versos, enunciados, etc.
Los suspiros son aire y van al aire,
las lágrimas son agua y van al mar…     (Bécquer)
 
PERÍFRASIS
Rodeo para expresar algo que se puede decir de una manera más breve.
… y a toda prisa entraba el claro día. (amanecía).    (Alonso de Ercilla)
 
PLEONASMO
Utilización de palabras innecesarias para intensificar la sensación que quiere expresarse.
Temprano madrugó la madrugada…    (Miguel Hernández)
 
POLISÍNDETON
Reiteración o multiplicación de los nexos conjuntivos.
Hay un palacio y un río, / y un lago y un puente viejo…      (Juan Ramón Jiménez)
 
REDUPLICACIÓN
Repetición inmediata de una palabra.
Me voy, me voy, me voy, pero me quedo.      (Miguel Hernández)
 
RECURSOS SEMÁNTICOS (Afectan al significado, a las ideas que transmiten las palabras)

ANTÍTESIS O CONTRASTE
Consiste en contraponer dos palabras o ideas de significado contrario.
Y es justo en la mentira ser dichoso / quien siempre en la verdad fue desdichado.     (Juan Boscán)

APÓSTROFE
Invocación a una persona o a un ser inanimado.
Para y óyeme, ¡oh sol!, yo te saludo.       (Espronceda

COMPARACIÓN O SÍMIL
Relación de semejanza entre un término real y otro imaginado que aparecen unidos por una partícula.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas / como el pájaro duerme en las ramas!   (Gustavo Adolfo Bécquer)

EPÍTETO
Adjetivo explicativo, innecesario y que destaca una cualidad que ya está implícita en el nombre al que acompaña; suele ir antepuesto.
Por ti la verde hierba, el fresco viento, / el blanco lirio y colorada rosa..                 (Garcilaso de la Vega).
 
HIPÉRBOLE
Exageración de la realidad, destinada a engrandecer o empequeñecer el concepto que se expresa.
La cama tenía en el suelo y dormía por lado por no gastar las sábanas.(Quevedo)
 
IRONÍA
Afirma lo contrario de lo que se quiere dar a entender.
Comieron una comida eterna, sin principio ni fin.    (Quevedo)
 
METÁFORA
Identificación   de   dos   términos,   uno   real   y otro   imaginario.   Esta identificación se fundamenta en la semejanza entre ambos términos.
Riánse las fuentes
tirando perlas     (=gotas de agua)
a las florecillas
que están más cerca.                (Lope de Vega)
 
METONIMIA
Sustitución del nombre de una cosa por el de otra con la que guarda una relación de proximidad.
Un Picasso (en lugar de un cuadro de Picaso)

Una forma especial es la sinécdoque, que consiste en nombrar la parte por el todo o el todo por la parte:
conceder la mano; (por persona).

 PARADOJA
Formulación de una contradicción aparente.
Muriendo naces y viviendo mueres.       (Quevedo)

PROSOPOPEYA (PERSONIFICACIÓN)
Atribución de cualidades humanas a seres inanimados
La noche llama temblando al cristal de los balcones…            (Federico García Lorca)

SINESTESIA
Atribución de las cualidades propias de un sentido a otro.
Cuando el silencio clarea se escuchan los oscuros presagios.  (Mía Couto)
¡Qué tranquilidad violeta!    (Juan Ramón Jiménez)

                                                                                                   Fuente: lenguayliteratura.org

Para repasar, puedes realizar estas actividades.

 
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Publicado por en 19 de septiembre de 2011 en Unidad de introducción. Teoría de la literatura

 

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Géneros literarios

EL GÉNERO LÍRICO

Se encuentran en el género lírico aquellas obras en las que predomina la voluntad del autor por transmitir sentimientos, reales o ficticios, y mostrar una percepción personal del mundo.
Las obras de carácter lírico, por lo tanto, se caracterizan por una perspectiva subjetiva; la obra gira en torno a un yo, que presenta la realidad desde su punto de vista. El objetivo de una obra lírica no es la descripción de lo externo, sino la expresión de una interioridad: de los sentimientos, de las sensaciones y de los pensamientos del que habla, generalmente el poeta. Como consecuencia de todo esto, en el género lírico es muy frecuente el empleo de la primera persona, pero pueden también aparecer otras personas gramaticales.
A diferencia de los otro géneros, en el lírico no tienen un papel prioritario las acciones ni el discurrir del tiempo; se detiene en los estados del alma y los evoca. Debido a que pretende transmitir un determinado sentimiento o una situación anímica, en el género lírico predomina la descripción como variedad del discurso.
Algunas de estas características pueden observarse en el siguiente soneto:

«El poeta le pide a su amor que le escriba»

Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.

En este poema, el autor se expresa a través del uso de la primera persona en los verbos (espero, pienso, vivo, quiero, sufrí) y en los pronombres y determinantes (mis entrañas, mí, yo). Pero también el léxico remite a realidades interiores (entrañas, corazón, alma, locura) que hacen que los sentimientos cobren protagonismo y podamos identificar el texto como lírico. Aunque se refiere a otras personas (tú) o elementos externos distintos al yo (la piedra, el aire), estos se emplean en último término para expresar lo que el poeta siente (función expresiva del lenguaje y, por supuesto, función poética).

Principales subgéneros líricos
Destacan los siguientes:

  1. Canción. Es una composición muy rítmica que suele tratar sobre temas amorosos. La lírica popular cuenta con un amplio repertorio de canciones
    Entra mayo y sale abril,
    tan garridico lo vi venir.
    Entra mayo con sus flores,
    sale abril con sus amores,
    y los dulces amadores
    comienzan a bien servir.
    Entra mayo y sale abril,
    tan garridico lo vi venir.,,,
  2. Oda. Es un poema de tono elevado y solemne, que puede tratar sobre temas muy diversos. Así, aunque puede centrarse en elementos externos, estos aparecen para expresar la emoción que causan en la persona que los evoca. Este es el principio de la Oda al libro, de Pablo Neruda:
    Libro hermoso,
    Libro,
    Mínimo bosque,
    Hoja
    Tras hoja,
    Huele
    Tu papel
    A elemento…
  3. Égloga. Es una composición sobre asuntos amorosos que se desarrollan en un ambiente campestre e idealizado; la expresión de los sentimientos no la expresa directamente el autor, sino que la pone en boca de los pastores. Son célebres las églogas del poeta Garcilaso de la Vega. Así se queja el pastor Salicio de la indiferencia que muestra su amada en la Égloga I:                                                  ¡Oh más dura que el mármol a mis quejas,
    y al encendido fuego en que me quemo
    más helaada que nieve, Galatea!
    estoy muriendo, y aún la vida temo;
    témola con razón, pues tú me dejas,
    que no hay, sin ti, el vivir para que sea.
  4. Elegía. Es un poema en el que se expresa el dolor ante una desgracia. Este es el principio de una famosa elegía escrita por Miguel Hernández con motivo de la muerte de su amigo Ramón Sijé:

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
EL GÉNERO NARRATIVO

Pertenecen a este género las obras en las que una voz, el narrador, relata historias de su mundo de ficción. Si bien en la actualidad las narraciones literarias se expresan fundamentalmente en prosa, en otras épocas fueron frecuentes las formas narrativas en verso.
En las obras pertenecientes a este género, un narrador presenta una acción o sucesión de hechos en la que participan una serie de personajes, que se sitúan en un espacio y en un tiempo. Todos estos elementos constituyen los elementos de la narración.
La narración literaria se caracteriza, frente a otro tipo de narraciones por recrear un mundo de ficción. Es verdad que muchos de los hechos relatados en narraciones están inspirados en la realidad, en incluso algunos de ellos son ciertos. Esto está especialmente presente, por ejemplo, en la novela histórica. Sin embargo, aun en estos casos, el autor reelabora, estos hechos verdaderos o incorpora a esa realidad matices y episodios nuevos nacidos de su propia invención. Del mismo modo, por imaginarios o ficticios que sean los hechos literarios narrados, estos deben insertarse en una estructura verosímil o, al menos, coherente.
A diferencia del género lírico que se centra en la descripción del estado emocional o espiritual de la voz poética, en el narrativo predomina una visión externa de la materia tratada. El autor se interesa por las relaciones del hombre con todo lo que le rodea; por eso, generalmente, el ambiente y el desarrollo de las relaciones entre los personajes son elementos fundamentales de la narrativa.
En la narración es frecuente el uso de la tercera persona. Sin embargo, también pueden emplearse otras personal gramaticales, como la primera, que se utiliza a menudo cuando el narrador es el protagonista de la historia o uno de los personajes.
El género narrativo ha sufrido una evolución a lo largo de la Historia en sus formas. Antiguamente, las obras narrativas se componían con frecuencia en verso, Sin embargo, en la actualidad, la forma de expresión literaria más común para la narrativa es la prosa.
El narrador puede ser externo a la acción, si relata los hechos en tercera persona sin participara en ellos, o interno, cuando relata los acontecimientos en primera persona como protagonista o testigo de los hechos. El narrador externo es a menudo un narrador omnisciente, es decir, un narrador que sabe todo sobre sus personajes, incluso sus pensamientos.
Los personajes son los que desencadenan las acciones e intervienen en los sucesos. Sus características se transmiten a través de sus actuaciones, los diálogos y las descripciones. Según su importancia, pueden ser principales y secundarios. Entre los principales destacan el protagonista, que es el que lleva el peso de la acción, y el antagonista, que se opone a él.
La trama narrativa o acción es el conjunto de acontecimientos que se desarrollan en la narración. Estos acontecimientos se sitúan en un tiempo y en un espacio (el marco narrativo), y se disponen según una estructura que puede ser muy sencilla, como en los cuentos, o más compleja, como en las novelas.
Subgéneros principales: novela, el cuento de autor, los cuentos tradicionales o populares, la epopeya, las leyendas…

EL GÉNERO DRAMÁTICO
El género dramático está constituido por las obras literarias que se crean para ser representadas en un escenario ante el público. De ahí que, además del autor, tanto el director como el escenógrafo o los actores jueguen un papel esencial en la transmisión del mensaje.
1. El texto dramático. Las obras dramáticas están escritas para ser representadas. El texto es únicamente una parte de esta expresión artística y tan solo con la representación las obras adquieren su sentido completo. La base del fenómeno teatral es el texto. En el se presenta una acción que avanza gracias al diálogo de los personajes. Por eso, la variedad del discurso predominante en este género es, precisamente, el diálogo. El texto dramático se caracteriza por presentar los elementos de una forma condensada. El autor debe tener en cuenta el tiempo y el espacio de la representación, que no permiten la misma recreación que la narrativa, en la que a menudo se cuenta con abundantes páginas para crear el mundo de ficción. Las relaciones humanas suelen aparecer en los momentos de máximo enfrentamiento y tensión y se suele prescindir de la información que no resulta esencial.
2. La representación. El lector puede imaginar lo que se indica en el texto, pero cada representación es única e irrepetible. En el teatro se muestran las acciones y las voces de los personajes sin presencia de la voz del autor; son los actores los que logran que los personajes se expresen directamente, como si lo que se nos cuenta ocurriese en ese preciso instante, delante del público. Cuando se presencia una representación teatral, además de las palabras del autor se recibe también la interpretación que el director de la obra y los actores hacen del texto. El texto tiene en cuenta que la obra debe ser representada y, por ello, contiene acotaciones, que son indicaciones para la puesta en escena: decorados, luz, movimientos y gestos de los personajes… La representación teatral implica que las ideas que se transmiten en las obras dramáticas se subrayen y se repitan con frecuencia. Hay que tener en cuenta que, a diferencia de otros géneros, el público no tiene la oportunidad de interrumpir la recepción y reflexionar; no puede detenerse en lo que se ha dicho anteriormente y volver a escucharlo.

Subgéneros dramáticos
Tragedia. Es una obra de final desgraciado protagonizada por personajes que luchan contra el destino y la fatalidad sin lograr vencerlos. Un ejemplo de ello lo constituye el desenlace de El tragaluz, de Antonio Buero Vallejo:
-EL PADRE. ¡No!… ¡No!…
(Tampoco se oyen sus crispadas negaciones. En pie y tras su hijo, que sigue profiriendo palabras inaudibles, empuña las tijeras. Sus labios y su cabeza dibujan de nuevo una colérica negativa cuando descarga, con inmensa furia, el primer golpe, y vuelven a negar al segundo, al tercero…)
VICENTE. ¡Padre!
Comedia. Es una obra de tono amable, asunto ligero, divertido o de enredo y final feliz, que suele incluir elementos humorísticos tal como se puede comprobar en esta conversación absurda incluida en una obra de Jardiel Poncela:
EDGARDO. ¿Le molestan las personas nerviosas, de genio destemplado y desigual, excitadas y un poco desequilibradas?
LEONCIO. Esa clase de personas me encanta, señor (…)
EDGARDO. ¿Le extraña a usted que yo lleve acostado, sin levantarme, veintiún años?
LEONCIO. No, señor, Eso le pasa a casi todo el mundo.

Tragicomedia. Las obras presentan de manera conjunta características de las tragedias y de las comedias. Ejemplo: Tragicomedia de Calixto y Melibea, más conocida como La Celestina.

                                          Extraído del blog de Enrique Ibáñez (dueloliterae.blogspot.com)

Resumiendo:

 
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Publicado por en 19 de septiembre de 2011 en Unidad de introducción. Teoría de la literatura

 

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Concepto de literatura

Ya hemos reflexionado acerca del acto de la lectura. Ahora nos preguntaremos qué es Literatura (y también qué no es). Estas son sus características principales.

 

Definición del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua

(Del lat. litteratūra).

1. Arte que emplea como medio de expresión una lengua.

2.Conjunto de las producciones literarias de una nación, de una época o de un género. La literatura griega. La literatura del siglo XVI.

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